Rubén Pilares Villa
M:.M:.
A mi Madre Logia,
la R:. L:. S:. “Cosmopolita 13” Nº 1.
Vall:. de Trujillo.
Recientemente tuvimos oportunidad de participar en una reunión masónica en la que se intercambiaron ideas y reflexiones acerca de la situación de la Masonería Especulativa en el Perú. No es secreto alguno las dificultades y conflictos en los que la Gran Logia del Perú se ha visto involucrada de manera periódica, sobre todo, a partir de mediados de la década de 1980 e.v., generando hastío, inestabilidad y desconfianza en la capacidad de los masones del Vall:. de Lima para dirigir adecuadamente a esa Obediencia, la historia reciente de sus problemas y lamentables escándalos, ventilados irresponsablemente en la Televisión y diversos medios de difusión masiva nacionales, nos eximen de efectuar la penosa tarea de enumerarlos, por lo demás, basta visitar en Internet ciertas webbs para ser ampliamente “ilustrado” al respecto.
Lo concreto es que a consecuencia de lo citado, la Masonería Especulativa en el Perú, por fin, ha terminado por regionalizarse, por lo que hoy, que sepamos, existen en el Perú las siguientes Grandes Logias de la Masonería Especulativa:
- Gran Logia Oriental del Perú, con sede en el Vall:. de Iquitos
- Gran Logia del Norte del Perú, con sede en el Vall:. de Trujillo.
- Gran Logia del Centro del Perú, con sede en el Vall:. de Huancayo
- Gran Logia del Sur del Perú, con sede en el Vall:. de Tacna
- Gran Logia Austral del Perú, con sede en el Vall:. de Arequipa
- Gran Logia Constitucional del Perú con sede en el Vall:. de Lima
- Gran Logia Occidental del Perú con sede en el Valle:. del Callao
- Serenísima Gran Logia del R:. E:. A:. y A:. del Perú, con sede en el Vall:. de Lima
Por su parte, la Gran Logia del Perú, se halla intentado superar sus conflictos internos y simultáneamente, ha tratado de evitar a como de lugar, la formación de las Grandes Logias Regionales ya enumeradas, reacción que era natural y de esperar, pero sus excusas, “métodos” y presiones, demasiado familiares para los HH:., especialmente de las diferentes Regiones del Perú, terminaron por caer en el saco roto de tantas promesas incumplidas.
En líneas generales, estos sucesos hacen meditar acerca del sino que parecería caracterizar a los HH:. del Vall:. de Lima y a los “alimeñados”, es decir, aquellos que siendo de origen provinciano o extranjero, por su residencia en el Vall:. de Lima asumen o se incorporan a las características sobre todo sociales y psicológicas de cierto tipo de “limeño”, lo que en términos vulgares se diría: “se acriollan”. No tenemos prejuicio alguno respecto a nuestros HH:. del Vall:. de Lima, entre quienes nos preciamos de contar con muy dilectos y RR:. HH:., pero, tanto en la Historia del Perú, como en la reciente Historia de la Masonería Peruana, que ellos cubren en casi un 90 por ciento, puede apreciarse determinadas constantes. Allí, numerosas y muy particulares son las evidencias de frivolidad, autoritarismo, la mira estrecha y mezquina del grupito o “capillita” y no poca dejadez e improvisación, junto con la ausencia de cierta “dignidad”, imprescindible para superar limpiamente requerimientos e intereses exclusivamente mundanos; reiteramos, esas constantes se exhiben y transparentan a través de acciones y actitudes que más allá de lo que es simple “pose”, “escenografía” o “discurso” para las galerías, no contienen otra cosa que nada en lo referente a lo que constituye el genuino quehacer masónico.
Sin embargo, lo importante de estos eventos, es que así como ahora es tiempo adecuado para efectuar balances y precisiones, diríamos a nuestros HH:. que hoy es el clima propicio para sentar los cimientos del trabajo ulterior, es decir, establecer el marco y derroteros a desarrollar, además, es la hora para ratificar distancias con ciertas costumbres de antaño, y eso, hacérselos notar, en el ejercicio cotidiano de los trabajos grandes y pequeños, a los HH:. que han depositado su fraternal confianza al acogerse bajo el estandarte de cada Gran Logia Regional, o sea, que más allá del mero hecho del cambio burocrático (léase “Obediencia”), también y sobre todo, poner en evidencia que hay cambios efectivos en la forma y el espíritu de asumir todo eso que constituye la Obra Masónica. Porque si se va a persistir en mantener, las mismas estructuras mentales y de conducta del pasado, la única novedad que aportará la Regionalización de la Masonería Especulativa Peruana será que las taras y deficiencias que antaño se criticaban a “Lima”, ahora serán mostradas a escala “Regional”, es decir, serán “más caseras”...
Sin duda, luego de este planteamiento la interrogante que enseguida surge consiste en ¿cómo se puede o debe “marcar diferencias”?, ¿cómo hacer explícito o manifiesto el cambio?... desde nuestra perspectiva la solución es sencilla: consiste en simplemente SER MASONES, en trabajar para encarnar en nuestras vidas, eso que ilustres HH:. han denominado como “El Espíritu de la Masonería”, para luego, recién, Hacer Masonería a través de nuestras obras. Es sabido que así como “el hábito no hace al monje” tampoco necesariamente el mandil, decoraciones o títulos hacen a uno “masón”. Desde ya, reconocemos que muchos dirán “Verdad de Perogrullo”, pero la realidad es esa, por la simple razón que entendemos a la Masonería como una Vía Espiritual completa, puesto que es dueña de una Filiación ininterrumpida, de una doctrina tradicional y de un método de Realización Espiritual, lo que significa que para cumplir su meta nunca ha requerido, ni requiere, de vanos injertos o miopes “modernizaciones” (tal es e.g. ese “saber ignorante” de querer “rotarizarla”, “leonizarla”, “modernizarla”, etc.)
Por la valiosa herencia señalada, tenemos la certidumbre que con sólo cumplir de manera efectiva, coherente y perseverante la Plancha de Trazar que hasta hoy sólo se estila dar lectura -en una oportunidad y si el tiempo lo permite- a los recién iniciados, adelantados y exaltados, intenso, provechoso y enaltecedor sería el cambio y sobre todo, la genuina renovación que se operaría entre los hermanos, y a buen seguro que muchos de los problemas que hoy aquejan a las logias desaparecerían ante el hecho de que la mentalidad profana que se halla infiltrada en su seno y que importuna o desvía numerosas aspiraciones y voluntades sería en el menor de los casos, neutralizada.
Pero la tarea entrevista es aquella del trabajo discreto y perseverante, como tal, totalmente alejada del sólo “discurso”, de ese vano espejismo -tan familiar- producto del despliegue de una vana elocuencia que lo único que hace es meramente conjugar el verbo “estimar” o “saludar” para citar rápidamente dos “joyas” del florilegio verbal en uso. Por ello, enterarnos por ejemplo, que la R:. L:. S:. “Cosmopolita 13”, Nº 1, del Vall:. de Trujillo, se halla involucrada en la actualidad en la noble labor de establecer una “Logia de Investigación y Estudio” no puede sino alentar esperanzas por que el cambio, es decir, la Regionalización, no ha sido para simplemente reproducir ad libitum “Más de lo Mismo”, sino, que obedece realmente a causas muy justas, hondamente sentidas, pacientemente esperadas, y porque existe capacidad y sobre todo, voluntad genuina de trabajo, inteligencia y visión de futuro.
La ruta de la Regionalización, emprendida con resolución y firmeza por nuestros QQ:. y RR:. HH:. entendemos que hace necesario el aporte de puntos de vista, dado que la tarea, no por ejemplar y elevada, plantea también desafíos, no pocas incomprensiones y penosamente, hasta la interesada algarabía o estrépito de quienes hoy sienten afectados sus intereses mundanos así estos sean enmascarados como “masónicos”. Por eso, resulta ejemplar y alentador constatar en las Grandes Logias Regionales ningún ánimo de confrontación con la Gran Logia del Perú y más bien, un espíritu que en verdad reconoce con generosidad e hidalguía que son muchísimas las cosas importantes y valederas que las unen a ella, o sea, la cordial certidumbre que la ORDEN es UNA y que las OBEDIENCIAS pueden ser VARIAS.
Al respecto queremos ser optimistas y por tanto, confiar que en un tiempo prudencial, nuevos aires oxigenen la enrarecida atmósfera que hoy ofusca la percepción ahistórica de los HH:. de la Gran Logia del Perú, ya que creemos que de eso se trata cuando constatamos que son ciertas determinadas actitudes que han asumido, las que ahora deseamos abordar rápidamente.
Es conocido que la Orden no siempre goza de la Buena Voluntad sobre todo en aquellos ambientes que consciente o inconscientemente se sienten afectados por la labor masónica de “Difundir la Luz y Reunir lo Disperso” y el de “Orden en el Caos”, por ello, pensamos que esos ambientes son los únicos que deben haber celebrado la “genial” idea de registrar en INDECOPI los Signos, Distintivos, nombres, nomenclatura, Rituales y Logotipos masónicos como “propiedad” (sic) de la Gran Logia del Perú. Ya un hermano a esa treta legalista ha denominado como «la “chilenización” de la Gran Logia del Perú». Lo deplorable de ese episodio es que constituye una evidencia nítida que realmente esos HH:. pese a sus apariencias y discurso, todavía no han aprendido a “despojarse de sus metales”, pues se hallan tan saturados por la mentalidad profana, que no tienen rubor alguno en concebir a la “Gran Logia del Perú” como simplemente la representante comercial de un prosaico “producto mercantil «made in England» puesto a circular en el mercado nacional”. El I:. H:. René Guénon ya en 1939 e.v. advertía sobre esta invasión de la mentalidad y costumbres profanas en la Masonería de la siguiente forma:
“apenas se comprende cómo organizaciones que se dicen iniciáticas pueden ser registradas o incorporadas, y llevar sus diferencias ante los tribunales profanos, ni cómo los certificados emitidos por las administraciones del Estado pueden establecer algo más que una simple "prioridad" en el empleo público de una denominación, lo que con seguridad no tiene nada que ver con la prueba de su legitimidad; todo ello demuestra una mentalidad más bien extraña, y, en todo caso, muy "[profana]”
Así también, el alegato de una pretendida exclusividad territorial, nos hace evocar la oportunidad en que el Rey de España, Felipe II, fuera “titulado” por Su Santidad de ese entonces mediante una “Bula” como “Dueño y Señor de América”. Cuando el rebelde español Lope de Aguirre (Oñate, Guipuzoa, n.1518?) se proclamó “Rey del Perú” declarando la guerra a Felipe II, fue notificado por éste sobre la existencia de esa “Bula” papal, a lo que Lope de Aguirre contestó a su Rey:
“mucho agradecería ser ilustrado por Su Santidad, sobre en qué lugar del Testamento de Adán constaba tal cesión territorial”.
Con esto, queremos transparentar que existe una interesada y tendenciosa sobrevaloración en cuanto se refiere a la hipotética “exclusiva calificación” de la Gran Logia Unida de Inglaterra para sancionar acerca de la Regularidad Masónica, ya que si bien es correcto que la Gran Logia de Londres fue la primera Gran Logia Especulativa en el mundo, sin embargo, todo masón ilustrado sabe que esa Gran Logia fue consecuencia del cisma que el Pastor Anderson y sus asociados originaron dentro de la Masonería Operativa, sino y sólo para citar una de las numerosas evidencias existentes, no hubiera existido la tenaz oposición del Ilustre H:. Lawrence Dermott al frente de la “Gran Logia de los Antiguos”.
Sin embargo, para una certera visión del devenir histórico de la Gran Logia Unida de Inglaterra, nos parece adecuado reproducir un fragmento muy ilustrativo que pertenece al H:. que suscribe con el nombre de “Zorobabel, 33°”, el artículo se titula “Masonería Especulativa ¿Una y Universal?. Regularidad e Irregularidad Masónica”, donde entre varios temas interesantes anota lo siguiente:
“... la Masonería anglosajona colabora activa y notoriamente en el proceso colonialista que dará lugar durante el siglo XIX al establecimiento del Imperio Británico. A pesar de sus características plenamente diferenciadas, durante algo más de siglo y medio la Masonería moderna, o especulativa, fue capaz de mantener una imagen de unidad universal. Situación que se mantuvo hasta que, ya liquidado el Imperio español, Francia e Inglaterra decidieron repartirse el mundo, iniciando el Imperio Británico una lucha sorda por ganar zonas de influencia y conservar las ya alcanzadas.
Así, con el pretexto de que el Gran Oriente de Francia en 1877 decidió el cambio de sus Estatutos y en 1884 el de sus rituales; prescindiendo con dichos cambios de la obligatoriedad de la creencia en Dios y la Biblia, así como de la invocación al Gran Arquitecto del Universo, quedando con ello en libertad sus miembros de creer o no creer y de mantener o no la presencia de la Biblia en el Templo, la Gran Logia Unida de Inglaterra rompió las relaciones con el Gran Oriente de Francia y, erigiéndose en una especie de Primado o Papado Masónico, organizó todo el sistema de reconocimientos, regularidades e irregularidades que ha llegado hasta nuestros días.
Insisto en que las modificaciones introducidas por el Gran Oriente de Francia en sus estatutos y rituales, no fueron nada más que un pretexto utilizado por la Gran Logia Unida de Inglaterra para justificar la ruptura de la unidad universal, ante las Grandes Logias de los países del ámbito de influencia diplomática de Inglaterra; lo que en forma alguna quiere decir que dichas modificaciones fueran legítimas, pues la Masonería es una y universal y ninguna de sus partes puede introducir modificaciones que afecten al conjunto. Pero, el auténtico motivo de tal ruptura, no fue otro que la rivalidad política y económica entre la Francia republicana y el Imperio Británico, con origen en la prepotencia británica y sus deseos de controlar la Masonería en sus zonas de influencia.
Mas, sobre todo, fue una medida política encaminada a cerrar sus colonias, y aun la metrópoli, a los ideales propugnados por la Masonería en los países católico-romanos, en especial para que las referentes a la libertad de los pueblos no atentaran contra la integridad del Imperio Británico, poniendo en peligro el control de las materias primas necesarias para la revolución industrial en marcha y para su asentamiento como primera potencia mundial.
En los Estados Unidos de América, la Masonería, que se mantuvo alineada ideológicamente con la latina durante el nacimiento del país y su guerra de independencia del Imperio Británico, con el transcurrir de los años, al consolidarse el despojo territorial tras el consiguiente aniquilamiento de los nativos y, una vez consumada a costa de México la anexión de las dos terceras partes de su territorio actual, la Masonería de la potencia mundial naciente se fue identificando con las posturas de su prima hermana británica, lo que resulta comprensible si consideramos el claro espíritu imperialista de ambos países. Sin olvidar que en ellos las Logias se nutren principalmente de miembros de los mismos ambientes socio económicos, por lo general íntimamente ligados al conservadurismo político y religioso.
La Masonería de las jóvenes naciones hijas de los virreinatos, capitanías generales y audiencias españolas en América, aunque sin perder nunca sus ondas raíces europeas y latinas, en buena parte quedó en la zona de influencia de la Masonería de los Estados Unidos de América, la que, como el gobierno de su país, considera a todo el Continente Americano sometido a sus intereses”...
Precisemos aquí, que la Universalidad de la Masonería no puede fundamentarse en cuestiones exclusivamente administrativas o burocráticas, pero incluso en esa esfera, el caso de la Historia de la Masonería en el Perú es muy singular, ya que si bien la Gran Logia del Perú fue fundada en 1882 e.v. , es decir en una fecha relativamente reciente, no podemos dejar de tener en cuenta que según el H:. Ricardo Palma la primera evidencia de actividad masónica en el Perú, se dio en el Vall:. de Lima en Agosto de 1635 e.v., pero, ahora estamos informados que según ciertos derroteros que en la actualidad viene investigando un cuerpo de estudiosos, hay fuertes evidencias de la presencia y actividad de una importante corriente de la Masonería Operativa-Templaria afincada en el Vall:. del Cusco, que data por lo menos del año 1605 e.v.
Desde luego que todos estamos de acuerdo en que luego de la creación de la Gran Logia de Londres en 1717e.v., aconteció que la Masonería de ese origen se implantó geográficamente en gran parte del mundo, estableciéndose lazos internacionales entre sus diferentes representantes nacionales de esa Gran Logia, pero, contrario a lo que la generalidad supone, no es por este suceso temporal y burocrático que la Masonería asume o tiene un carácter Universal, suceso que llevado a sus debidas proporciones ha sido denominado con justicia como la “internacionalización” o “mundialización” de la Masonería Anglosajona.
En todo caso, la Masonería es “Universal” por razones de índole metafísico, es decir, porque ese carácter reside en las cualificaciones de la Logia, ya que es ésta la que constituye la Esencia y Ser de la Masonería, y no un hecho circunstancial o temporal que básicamente constituye cualquier “Confederación de Logias”, es decir la “Obediencia”, lo que se halla nítidamente expresado, por ejemplo, en algunos antiguos manuales masónicos que rezan así:
P..: “Dónde se reunían nuestros primeros Hermanos?”
R: “En los montes más altos y en los valles más profundos.”
P: “Qué forma tiene vuestro Taller?”
R: “De un cuadrilongo.”
P.: “De qué largo?”
R: “De Oriente a Occidente.”
P: “De qué ancho?”
R: “De Norte a Sur.”
P: “De qué alto?”
R: “De la superficie de la tierra a la bóveda celeste”.
P: “De qué profundidad?”
R: “De la superficie hasta el centro de la tierra.”
P: “Porqué”
R: “Porque la Masonería es Universal”
Por si quedara alguna duda, podemos dar otra prueba sobre el carácter Universal de la Logia y por ende, de la Masonería, para ello basta revisar la “Liturgia del Primer Grado del R:. E:. A:. y A:.”, aprobada por el Consejo del Simbolismo del R:. E:. A:. y A:. y Autorizada por la Gran Logia Del Perú (sic), allí, en la pág. 73 dice a la letra:
P.- ¿Qué significa la palabra Logia?
R.- La palabra Logia se deriva del sánscrito LOGA que significa el mundo.
Podríamos seguir enumerando muchos otros documentos antiguos y recientes que ratifican sobre qué es lo que le da el carácter de “Universal” a la Masonería, y por supuesto que en nada de ello interviene el carácter coyuntural que indefectiblemente tiene una Obediencia.
Ya para concluir diremos que en todo caso, si alguna “regularidad” de manera indiscutible e indisputable se le podría reconocer a la Gran Logia del Perú lamentablemente esa consistiría únicamente en la “regularidad” de sus escándalos; dicho esto, sólo nos queda reiterar una vez más, en lo importante de este momento, porque es AHORA que se hallan todavía diáfanas las posibilidades de trascendencia que tienen las nacientes Grandes Logias Regionales del Perú, por eso, al participar con este “lote de trabajo”, concluimos reiterando nuestros votos por que el G:. A:. D:. U:. ilumine y otorgue S:. S:. S:. a la Masonería Peruana.
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