Salmo 23
El vigésimo tercer Salmo es bien querido alrededor del mundo. A través de éste famoso nos proporciona intimidad y confianza con el Santísimo. Sentimos una quietud, serenidad, renovación, valor y fuerza. Es un bello ejemplo de una confesión de fe, ¡aún en el valle de la muerte! ¡Son maravillosas palabras para vivir!
Salmo 23
El Señor es mi pastor,
nada me falta;
en verdes pastos él me hace reposar
y a donde brota agua fresca me conduce.
Fortalece mi alma,
por el camino del bueno me dirige
por amor de su Nombre.
Aunque pase por oscuras quebradas,
no temo ningún mal,
porque tú estás conmigo,
tu bastón y tu vara me protegen.
Me sirves la mesa
frente a mis adversarios,
con aceite perfumas mi cabeza
y rellenas mi copa.
Me acompaña tu bondad y tu favor
mientras dura mi vida;
mi mansión será
la casa del Señor
por largo, largo tiempo.
El Salmo 23 nos da un enorme consuelo y fuerza. Me asombra la manera como personas de todo tipo se acuerdan de estas palabras en tiempos de crisis y dolor. Casi siempre guardamos este Salmo para los momentos de apuros y aflicciones. Hace algunos años, un amigo gay me preguntó: "¿Por qué? ¿Por qué solamente escuchamos este Salmo durante un funeral? ¿Por qué no lo escuchamos también en los tiempos felices?" ¡Este estudio lo hemos dedicado a ese buscador!
Existen muchas versiones del Salmo 23. Algunas usan lenguaje que incluye a las minorías e las mujeres, otras no lo hace. Algunas utilizan la palabra "Yavé" en vez de "Señor". Un escritor utilizó la palabra "Amado". "El Amado es mi pastor, nada me falta..."
Si usted tiene otro nombre sagrado que prefiere cambiar por el nombre del Pastor, hágalo y ¡disfrute de la oración! Si los pronombres masculinos le son ofensivos, sustitúyalo por algún otro que sea de su agrado. ¡Disfrute esta muestra de Alimento para el Alma!
El autor era un pastor desconocido antes de volverse Rey de Israel. El amaba a Dios con pasión y comprendía la ternura del buen pastor. Peleó contra animales salvajes y elementos naturales para proteger a las ovejas que tenía bajo su cuidado. Se cree que David escribió esta bien amada reflexión. Venga y visite al Pastor que cumple con las necesidades de nuestras almas.
He tenido algo de dificultadas para entender el pastoreo desde un punto de vista urbano. Hay muchas bellas metáforas en la Biblia (Viejo y Nuevo Testamento) que hablan de Dios como un Pastor. Podemos encontrar una tierna imagen de Dios en un libro del Viejo Testamento llamado Ezequiel 34:11-31. En él podrá encontrar algunos versículos en los que puede pensar a detalle. Si desea tener una experiencia espiritual significativa, léalos una y otra vez.
Dios, el Buscador
"Así dice el Señor: Yo mismo cuidaré de mis ovejas y las vigilaré...las sacaré de todos los lugares donde se habían dispersado... Las sacaré de los países donde estén, y de todas las naciones extranjeras... Yo mismo cuidaré mis ovejas y las haré descansar, dice el Señor. Buscaré la oveja perdida, traeré a la descarriada, vendaré a la herida, fortaleceré a la enferma y eliminaré a la que se hizo gorda y robusta. Las apacentaré a todas con justicia. " El pasaje concluye así: "Ustedes, mis ovejas, son mi rebaño y yo soy su Dios. Palabra del Señor" (Nueva Versión Estándar Revisada).
Somos las ovejas del rebaño de Dios (Salmo 97:13). Dios es nuestro pastor (Salmo 80:1; 95:7). Somos ovejas que tendemos a seguir nuestro propio camino (Salmo 119:176; Isaías 53:6). Dios se regocija cuando toma en brazos a sus corderos (Isaías 40:11; 2 Samuel 12:3; Lucas 15:3-6). Queridos amigos, nosotros somos esas ovejas.
Las ovejas no tienen una gran inteligencia. Algunas de ellas se confunden con facilidad, pues no todos los pastores son buenos. La Biblia también habla de los pastores malos (Jeremías 23:1ff; Ezequiel 34: 1,2 y Zacarías 11:17). Cuando el pastor desampara a las ovejas, éstas se vuelven vulnerables antes las bestias salvajes (Números 27:17; 1 Samuel 17:34-36; 1 Reyes 22:17; Isaías 11:6 y Zacarías 10:2; 13:7).
El Mesías será el único Pastor (Ezequiel 34:23, cf. Jeremías 23:5). Jesucristo es el Mesías de Dios. Jesús es el "Buen Pastor". Existe un pasaje paralelo al Salmo 23 en el Nuevo Testamento, el cual se encuentra en el Evangelio de Juan (Jn 10:1-18). Jesús es el pastor que conoce a cada una de sus ovejas, que busca a las ovejas perdidas y que carga a las ovejas sobre sus hombros para llevarlas a un lugar seguro.
Dios es el pastor que nos bendice con nutrición espiritual. El Señor nos lleva hacia los pastos verdes donde podemos alimentarnos. Nunca tendremos carencias. Nuestro Alimento para el Alma es la palabra de Dios.
Dios es el tierno Buscador que rehabilita y renueva nuestras almas. El nos da la absolución y la paz. Este gentil Pastor nos lleva por el camino correcto y conoce las rutas seguras que nos llevan a casa. El Señor no pierde ninguna oveja gracias a la reputación de Dios. La reputación de Dios se puede encontrar en el nombre de Dios.
Dios nuestro Pastor nos protege en los valles obscuros y ante la sombra de la muerte. No debemos tener miedo. Dios está con nosotros y nos protege. El bastón y la vara del pastor son suficientes en todas las situaciones. Nos reconforta saber que el Señor está presente y nos cuida. Nunca estaremos en una situación donde Dios no esté al tanto de nosotros. Dios nunca nos deja ni nos abandona (Hebreos 13:5).
Dios es nuestro Proveedor. El nos conduce al abundante salón de banquetes. En la presencia de nuestros enemigos, Dios se regocija al brindarnos su abundante hospitalidad espiritual y su acogimiento. Aún frente a peligros latentes, el Pastor Anfitrión nos pone la mesa. La unción con aceite es refrescante, reconfortante y armonizante con la amable hospitalidad de los anfitriones de antaño. Dios nos da la bienvenida a su cada. La copa conlleva abundantes bendiciones.
Finalmente, el buen y fiel amor del Pastor (palabra Hebrea hesed) nos acompaña durante toda nuestra vida. La bendición de Dios permanece con nosotros, indistintamente de nuestra circunstancia u orientación sexual. Si desea recibir más Alimento para el Alma por medio de las bendiciones de Dios en las oraciones del salterio (Pss), le recomendamos leer Pss 27:13; 31:19; 69:16; 86:17; 109:21; 116:12; 142:7; 145:7 para comenzar. Viviremos en la casa del Señor por siempre. Estaremos con el Pastor todos los días de nuestra vida y a través de la eternidad.
Al reclamar nuestro lugar en la mesa de banquetes del Señor por medio del Salmo 23, podemos vivir llenos de confianza personas, alegría y triunfo desde el principio hasta el final. ¡Amen!
La Espiritualidad de los Doce Pasos y el Salmo 23
Este bien amado pasaje es utilizado por una infinidad de grupos de recuperación de doce pasos. El grupo más conocido es AA (Alcohólicos Anónimos). ¡Cualquier persona que lucha contra las adicciones y con el abuso de sustancias o que trabaja con grupos de recuperación reconocerá el "paso 3" en este Salmo!
En la Biblia Serenity (Serenidad) de doce pasos, el Salmo 23 se describe como el Paso 3. El Paso 3 dice: "Tomemos una decisión para entregar nuestra voluntad y nuestras vidas al cuidado de Dios, como sea que lo conozcamos." ¡Tenemos el compromiso de entregar nuestras vidas a Dios y de ser sus ovejas! Renunciamos a nuestra auto-voluntad, nuestras dependencias y nuestras ambiciones excesivas. Al hacer esto, encontraremos la paz y la renovación. El método de doce pasos argumenta que al ser una oveja del Buen Pastor nos da un sentido de seguridad que ninguna otra cosa sobre la tierra nos puede dar. Cuán duro sea el camino, el Buen Pastor nos guía, nos consuela y nos protege.
sábado, 17 de octubre de 2009
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