GRAU
''Asciende hasta la historia, -le decía-
con nuevos lauros, tu nombre sella;
menos confiado en tu propia estrella
que en tu alma de inmutable valentía”
A mi prosodia el h6roe respondía:
"Morir por nuestra patria es muerte bella;
cambiar mi vida por un triunfo de élla
será -si Dios me escucha- hazaña mía”
¡En la insólita lid colmó el deseo
de honrar su patria y de trocar su vida
por la inmortalidad del mausoleo!
Salvó el honor, perdiendo la victoria
y pensó al ver su nave destruida:
quien no espere triunfar muera con gloria.
Cayendo en la marítima celada
sin un bajel que en su defensa acuda.
sus fuegos rompe, aunque del triunfo duda.
la coraza era el todo, el valor nada.
La armadura, cual vidrio quebrantada,
la tropa ve estallar de asombro muda;
pero en la lid, desmesurada y ruda,
la enseña del Perú persiste izada.
Sucumbe Grau! En evidente calma,
otro envidia su muerte y se resigna
a la gloriosa herencia de aquella alma!
De su heroísmo es víctima expiatoria;
llega a todos la inmortal consigna:
quien no espere triunfar, muera con gloria.
París. Año de 1883
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