El descendiente de una monarquía del Congo es aceptado como rey de 30.000 negros en Bolivia.
Luego de haber elegido su primer presidente indígena, Bolivia tiene desde esta semana un rey: Julio Pinedo, coronado monarca y reconocido oficialmente como autoridad de la activa comunidad afroboliviana.
La coronación, con tambores y danzas africanas, se realizó en un hotel de La Paz, donde los protagonistas lamentaron la ausencia del invitado principal, el presidente Evo Morales.
Vestido con capa roja y una túnica blanca, Pinedo ofreció “cuidar por la felicidad y el bienestar de los afrobolivianos”, tras recibir la corona y el bastón de mando de manos de José Paredes prefecto de La Paz.
Martha Inofuentes, del movimiento afroboliviano, dijo que Pinedo es descendiente directo de Bonifaz, rey de una tribu del Congo que llegó a las ahora tierras bolivianas como esclavo en el siglo XVI, y nieto de Bonifacio, quien reinó sobre la comunidad afroboliviana de 1932 a 1950. “Tener rey es el mayor símbolo de nuestra reivindicación y tiene incidencia política... para los al menos 30.000 afrobolivianos, Pinedo es un símbolo de respeto”, refirió.
“Nuestro rey no vivirá en un palacio, seguirá en su casita humilde de Yungas, cultivando coca y cítricos, pero tendrá el reconocimiento y será nuestro, y a su hijo de 13 años lo cuidaremos como príncipe”, indicó.
“Hemos declarado Tesoro Humano Vivo a la cultura afroboliviana, que es patrimonio cultural de La Paz y de Bolivia”, dijo el prefecto Paredes en el acto al que asistieron varios embajadores y delegaciones de indígenas aymaras y quechuas.
La mayoría de africanos traídos como esclavos para la explotación minera en la colonización española no soportó el frío y la altura y sus descendientes terminaron confinados en el subtrópico de Yungas.
lunes, 5 de octubre de 2009
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